Jóvenes cubanos disfrutan sin prejuicios raciales o religiosos |
Jose tiene 14 años. Y es un niño muy querido -ya no tan niño, reclama una y otra vez el adolescente-, jaranero, sociable, estudioso y amante de la música rock. Identificarse con dicho movimiento armónico le proporciona sinsabores constantemente, por las incomprensiones que acarrea seguir determinados patrones estéticos.